Equipo de producción
@zeverincata
Martín Languasco
Sofía García Castellanos
@odda3
Sofía Caimi @soficaimi
Valentina Faas @valefaas
Santino exclama sorprendido a su padre que acaba de ver un ser gigantesco a través de la ventanilla del vehículo. Con los ojos hambrientos de color y de mundo, llenos de fantasía creativa, es posible que la percepción inocente de un niño carente de toda especulación disciplinar, establezca vínculos instantáneos entre la geometría de la obra propuesta y una Mamba danzante. La Mamba es un sinuoso reptil rodeado de mitos y misterio. También es parte del nombre de la obra que se ha pensado para la escultura en el ingreso del Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson.
La idea de la obra se origina en la hipótesis de que el arte tiene como una de sus misiones estimular el cambio de mirada consagrada acerca de la Realidad. Además, según esta hipótesis, el arte debiera contribuir a la generación de nuevos paradigmas, establecer nuevos puntos de vista y poner en crisis todo lo aparentemente estable. En este sentido, la propuesta busca establecer la duda sobre su propia condición escultórica, mientras expresa su cercanía conceptual y formal con la arquitectura.
El tránsito por el interior de la escultura hasta lo alto de la cubierta del museo hace posible el descubrimiento de un sinnúmero de miradas. Danza Mamba deviene en un dispositivo de observación que devela inusitadas vistas del edificio y del contexto adyacente, genera puntos de vista no previstos, fragmentos singulares de paisaje y panoramas de vastos horizontes que se abren ante nuestros ojos.











